El pop-up nos atrapa, es algo que con simple papel se atreve a desafiar la gravedad para ofrecernos la parte de una historia.
Desde pequeños dibujamos, creamos, experimentamos con cuanto material se nos pasara por en frente. Particularmente hay un material que nos encanta y que no dejamos pasar: el papel. En él plasmamos sueños, relatamos cuentos y creamos formas. Algo que nos llama más la atención es cuando vemos un libro, hecho puramente de papel pero que al abrirlo salta en tercera dimensión para hacer aparecer personajes que recrean nuestra vista y nuestra imaginación…
La base del pop-up
A simple vista, el papel sirve sólo para dos cosas: dibujar o escribir… pero no dejemos que esto nos engañé: El papel es más que una superficie sobre la que llevar y almacenar la información; en términos simples, no hay algo más accesible, universal y único que un pedazo de papel.
El papel es flexible, fácil de doblar y de cortar, sensible para unas aplicaciones y muy fuerte para soportar pliegues. Usando técnicas simples se pueden diseñar multiplicidad de cosas creativas a través del origami o la ingeniería del papel. El pop-up se beneficia de este material para poder ofrecer otra dimensión y así llamar la atención de quien lo esta más que viendo, viviendo.
Pop para todos, Up para el diseño
Todos llevamos un diseñador dentro y el pop-up hace posible que algunas personas den rienda suelta a sus talentos creativos.
Prácticamente, con la orientación adecuada cualquier persona puede ser parte del mundo del pop-up: desde los niños hasta los jubilados, desde el empresario que requiere relajarse, el creativo que desea trabajar en su mente o el maestro de escuela que lo aprende para ofrecer un pasatiempo a sus alumnos. El pop up es una técnica que todo el mundo puede llevar a cabo ya que las habilidades sólo necesitan práctica y las herramientas que se necesitan son básicas, baratas y fáciles de conseguir.
En el caso de nuestra disciplina, el diseño gráfico, éste generalmente se aplica en una o dos dimensiones (con sus excepciones como el trabajo de renders, por ejemplo) por lo que el pop-up le da un sentido renovado a un diseño o campaña. Lejos de ser una actividad recreativa como lo es para la mayoría de la gente, en el diseño gráfico esta técnica sirve para impactar, innovar y proponer algo atractivo que, aunado a una buena estrategia, pueda diferenciarse en el mercado y generar mejores resultados para el producto, la marca o el servicio.
Interacción Pop-Up
Cuando se crea un pop-up se inventa un espacio secreto que sólo será revelado por aquel que abra ese pedazo de papel: esa es una de las mayores ventajas de esta técnica (creada –oficialmente- desde el siglo XIX y aplicada en cuentos infantiles). El diseñador habrá creado una pieza que origine expectativa para posteriormente llamar la atención e invitar a una acción determinada. El lector o la persona que está observando el trabajo no sólo se limita a observarlo sino que es cómplice del diseño, al hacer que éste funcione, le da movimiento y gracias a él toma vida. Antes de dar vuelta a la página hay un momento de anticipación que se transforma en una sorpresa agradable a la que el consumidor o usuario estará expuesto, creando una sinergia positiva entre diseño y público: entre papel, dobleces y creatividad, el pop-up hace resaltar lo que precisamente queremos destacar.
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Fuentes:
* Paper engineering: 3-D design techniques for a 2-D material; Avella, Natalie; Editorial Rotovision, Suiza, 2009, 177 pp. ills.
*Mark Hiner Blog. Paper Engineer. Recuperado el 28 de junio de 2011 de http://www.markhiner.co.uk
* Paper Engineering & Pop-Ups for Dummies; Ives, Rob; Editorial Wiley Publishing, Inc.; EEUU, 2009, 264 pp. ills.
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