Existen un sinfín de tradiciones navideñas que hacen a esta época única. Piñatas, ponche, caramelos, buñuelos, luces de bengala, regalos… y hablando de regalos, existe uno que con un diseño y unas cuantas palabras es el ideal para dar a cualquier edad y en cualquier momento: la tarjeta.
El origen
En 1843 John Horsley Callcott, un académico británico, diseñó la primera tarjeta de navidad y año nuevo, esto a petición –y con el auspicio- de su amigo Sir Henry Cole –quien a su vez fue el primer director del Victoria and Albert Museum- que le sugiere la idea de crear una invitación especialmente diseñada para enviar a sus amigos y conocidos en Navidad. El éxito fue tal que se imprimieron 1000 copias y se pusieron a la venta en Londres.
El material de ésta era cartón duro, sus medidas 5 1/8 x 3 ¼ pulgadas y su color sepia oscuro. La tarjeta reflejaba el espíritu navideño al mostrar una imagen familiar y en donde el lema era “alimentar a los hambrientos” y “vestir al desnudo”.
Después de esta tarjeta, muchas más continuaron desarrollándose y no sólo en Inglaterra sino que salió más allá para brindarle al mundo un poco de felicidad impresa: las tarjetas navideñas “oficiales” las institucionalizó la reina Victoria de Inglaterra, de ahí que aún la realeza envíe fotos familiares como postal en esta época; en 1953 el presidente Eisenhower presentó la primer tarjeta oficial de la Casa Blanca, mientras que durante las guerras mundiales se intensificó el espíritu patriótico, más que navideño… Como sea, el diseño siempre ha estado presente en la navidad.
Felicidades en papel -y digitales también-
Los temas y los materiales han ido evolucionando constantemente: hadas, nochebuenas, personajes famosos o de caricaturas así como imágenes nostálgicas, religiosas o de humor están presentes en la tarjeta. La forma artesanal sigue vigente, pero también ha adquirido fuerza el sector comercial de ciertos grupos de impresión y que dedican sus fuerzas por entero a la industria de la invitación (p.ej. hallmark). La impresión ha encontrado formas originales de plasmar una felicitación a través de técnicas de impresión elaboradas.
Actualmente también podemos enviar y recibir postales vía e-mail o a través de redes sociales, no sólo por ser medios electrónicos, sino por la ventaja que da su inmediatez aunado a tecnologías digitales y web (como el html o el flash) que hacen que la navidad no sólo “diga” sino también exprese con “movimiento y colorido” nuestros mejores deseos.
Fuente para la realización de este artículo:
* Victoriana Magazine (on line). Recuperado el 15 de diciembre de 2010 de http://www.victoriana.com/christmas/card1st-99.htm
* La Noche más Linda del Mundo; Jara Azocar, Oscar; Editorial Andrés Bello; Chile; 1970, 167 pp. ills.[:]